Sergiño Dest es, por qué no decirlo, una de las mejores perlas de futuro de la escuela de fútbol holandesa. Es también, a día de hoy, uno de los principales objetivos de mercado del FC Barcelona. El lateral estadounidense, de apenas 19 años de edad, se ha erigido como una de las jóvenes promesas más cotizadas de la “marca Ajax” en la presente temporada.

Hace pocos días, en plena cuarentena y con el fútbol ya suspendido en Holanda, el joven defensor decidió lanzar un mensaje claro de predilección por el FC Barcelona con un guiño más que evidente en su cuenta de Instagram. En su perfil personal, en el cual registra más de 140.000 seguidores por el momento, el estadounidense se fotografió con el chándal oficial azulgrana. Un gesto que parece lejos de ser casualidad, teniendo en cuenta su escalada afluencia en las portadas de los periódicos deportivos en Barcelona durante las últimas semanas. Sus intenciones parecen claras. Ahora le toca a la directiva blaugrana valorar si merece la pena o no lanzarse a por él en una situación económica y institucionalmente tan delicada como la de ahora.

Siendo sincero, me atrevería a decir que este no es un lateral derecho prometedor sin más. No lo es. Es mucho más que un “simple” lateral de la escuela holandesa. Nacido en Almere, Holanda, pero nacionalizado estadounidense, este joven defensor debutó con su selección en septiembre de 2019 frente a México actuando como lateral izquierdo. En las categorías inferiores del Ajax también le vimos ocupar la zona del interior y ambos extremos, curtiéndole así como un jugador muy polivalente en distintas zonas del campo. Sin embargo, la posición que mejor le viene es la de lateral derecho.

Con apenas 35 partidos en sus botas con el primer equipo del Ajax, ha disputado 20 partidos en Eredivisie y 5 en Champions League, firmando 2 goles y 6 asistencias. Es sorprendente, pues, que un jugador que ni siquiera ha tenido tiempo de completar su primera temporada como figura del primer equipo haya despertado el interés de clubes como el Bayern de Múnich o el FC Barcelona. Algo bueno tendrá, digo yo.

Podríamos definir a Sergiño Dest como un lateral ofensivo y llegador, que destaca por su velocidad y desborde en el uno contra uno. Posee un buen manejo con ambas piernas y ofrece la posibilidad de arrancar con gran potencia hacia la zona de interior para dar el último pase. Curtido en la escuela holandesa, maneja de sobras el juego combinativo de su equipo y propone una gran variedad de salidas con o sin balón haciéndose valedor de su ligereza y agilidad sobre el césped. Haciendo esta descripción me doy cuenta de que estoy definiendo a un lateral perfecto, pero no lo es. Siendo un jugador extremadamente ofensivo, sufre bastante en la faceta defensiva, especialmente en disputas aéreas o en balones a su espalda. No todo iba a ser de color de rosas. Tiempo tiene para mejorar, eso sí.

Ahora bien, con esta breve reseña, estoy casi seguro de que a muchos os ha venido a la cabeza, a modo de comparación, la figura de Dani Alves. Salvando las distancias, Sergiño Dest nos ha recordado a muchos a los inicios del lateral brasileño en su etapa como jugador del Sevilla. Un jugador veloz y regateador, al que sus compañeros siempre buscaban para iniciar la jugada de ataque y resolver de cualquier manera de cara a puerta para evitar sufrir en defensa.

De ahí el interés desde los despachos del Camp Nou. La herida por la ausencia de Dani Alves en el lateral derecho desde su marcha en 2016 a la Juventus de Turín sigue sin cicatrizar en el aficionado culé y en los directivos que han intentado, todavía sin éxito, buscarle un sustituto a la altura.

Ni Sergi Roberto, ni Douglas, ni Wagué, ni Semedo lo han conseguido. Quizá pueda parecer descabellado apostar ahora por un joven de 19 años que no ha disputado ni una temporada completa en primera división, y quizás lo sea, pero la sombra de Dani Alves sigue siendo muy alargada y Sergiño Dest puede ser el elegido que haga olvidar al brasileño de una vez por todas. Ya va siendo hora de pasar página, que 4 años son muchos. Dest es mi candidato predilecto para el puesto. El tiempo acabará dándome la razón, o eso espero.